TRATAMIENTO ESPECIALIZADO
PERIODONTITIS O PIORREA
En España, se estima que alrededor de ocho millones de adultos padecen periodontitis, y dos millones sufren su forma más severa. La periodontitis, también conocida como enfermedad periodontal o piorrea, es una afección que comienza con la inflamación de las encías y puede progresar hasta comprometer los tejidos y huesos que sostienen los dientes.
Si no se trata a tiempo, la periodontitis puede llevar a la pérdida de los dientes. Por ello, su prevención es prioritaria.
¿Qué causa la periodontitis?
El principal desencadenante de la periodontitis es la acumulación de sarro en la base de los dientes, donde se encuentran con las encías. El sarro es una capa endurecida formada por la placa bacteriana no eliminada, que alberga bacterias capaces de dañar tanto los dientes como el tejido que los soporta.
Sin una adecuada higiene oral, la placa y el sarro pueden desencadenar la proliferación de bacterias, llevando a la inflamación de las encías y eventualmente a la destrucción del hueso y el tejido periodontal.
¿Cuáles son las consecuencias de la gingivitis?
Si no se trata adecuadamente, la gingivitis puede progresar a periodontitis, una enfermedad que, aunque con el tratamiento adecuado se puede controlar, no tiene cura como tal. Además, la periodontitis es una enfermedad periodontal avanzada que afecta no solo las encías, sino también el hueso que sostiene los dientes, lo que puede llevar a la pérdida dental.
Es importante destacar que para que se desarrolle la periodontitis, primero debe haber habido gingivitis, lo que significa que la prevención y el tratamiento temprano de la gingivitis son fundamentales para mantener una buena salud bucodental.
Señales de la periodontitis
Algunos de los síntomas más comunes de la periodontitis incluyen:
- Encías rojas o púrpuras: En lugar de un color rosado pálido saludable, las encías afectadas por periodontitis se vuelven rojas o incluso púrpuras.
- Movilidad dentaria, debido a la pérdida de hueso que rodea las raíces.
- Mal aliento persistente y mal sabor de boca, causados por los productos de desecho de las bacterias.
- Desplazamiento de los dientes, debido a la pérdida de los tejidos de soporte, lo que puede provocar espacios entre los dientes.
- Encías retraídas, que hacen que los dientes parezcan más largos.
- Sangrado de encías: Tus encías sangran al cepillarte los dientes o al usar hilo dental. También puedes notar sangre al enjuagarte o incluso sangrado espontáneo. Si eres fumador, tienes que tener especial cuidado, ya que el tabaco reduce el flujo sanguíneo, lo que puede enmascarar los primeros signos de sangrado. Esto significa que, cuando notes síntomas, la enfermedad ya podría estar en un estado avanzado.
1. Se acumula placa dental
La boca contiene naturalmente bacterias, pero cuando entran en contacto con los almidones y azúcares de los alimentos que consumimos, estas bacterias forman una capa pegajosa conocida como placa dental. Para evitar la acumulación, es necesario eliminarla a diario mediante un buen cepillado y el uso adecuado de hilo dental, ya que la placa se forma continuamente cada vez que comemos.
2. Se forma el sarro
Si la placa no se elimina de manera eficiente, se endurece y se transforma en sarro. El sarro es una capa más dura que no se puede eliminar con el cepillado en casa, y para removerlo, es necesario acudir a un dentista. Este depósito calcificado es más nocivo para las encías, ya que facilita el desarrollo de bacterias más agresivas que provocan la inflamación y otros síntomas de la periodontitis.
3. Gingivitis: La primera señal
La periodontitis siempre comienza con gingivitis, una inflamación reversible de las encías que causa enrojecimiento, inflamación y sangrado. Si detectas estos signos y acudes a tiempo al dentista, podrás tratarla fácilmente mediante una limpieza dental profesional y una mejora en tu higiene oral.
4. Periodontitis: la etapa avanzada
Si la gingivitis no se trata a tiempo, puede evolucionar a periodontitis. En esta fase, la placa y el sarro se acumulan en bolsas entre los dientes y las encías, lo que facilita la proliferación de bacterias y conduce a la destrucción del tejido periodontal.
Tratamiento de la periodontitis
El tratamiento de la periodontitis en nuestra clínica se realiza en diferentes fases, con un enfoque personalizado para cada paciente:
1. Estudio periodontal
Incluye:Estudio clínico: Medimos la profundidad de las bolsas periodontales, la retracción gingival y la movilidad de los dientes.
Estudio radiológico: Realizamos radiografías para evaluar la pérdida de hueso.
Estudio microbiológico: Identificamos si es necesario un tratamiento antibiótico para combatir las bacterias presentes gracias a un estudio microbiológico personalizado que realizamos en la propia clínica.
2. Raspado y alisado radicular
Incluye:Este procedimiento, también conocido como fase básica, se realiza bajo anestesia local y consiste en la eliminación del sarro subgingival mediante curetas y ultrasonidos. Este paso es clave para detener el avance de la enfermedad.
3. Reevaluación
Un mes y medio después de la fase básica, reevaluamos la respuesta al tratamiento. Si el sarro ha sido eliminado y las encías muestran una mejoría, se procede al mantenimiento. Si aún persisten bolsas profundas, podría ser necesario un tratamiento quirúrgico.
4. Cirugía periodontal
Si las bolsas periodontales no se han reducido tras el raspado, se puede realizar una cirugía periodontal para acceder a las zonas más profundas y eliminar el sarro residual. En algunos casos, se puede realizar una regeneración ósea para recuperar el hueso perdido.
Mantenimiento periodontal: clave para la prevención
La periodontitis o piorrea es una enfermedad crónica, por lo que es fundamental realizar un seguimiento periódico para mantener los resultados. En nuestras visitas de mantenimiento, utilizamos tecnología avanzada como el EMS Air Flow para eliminar cualquier acumulación de sarro de forma indolora. Además, ajustamos la frecuencia de las visitas de acuerdo con las necesidades de cada paciente, normalmente cada 6 meses.
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